lunes, 13 de junio de 2011

La agonía de la izquierda

La izquierda agoniza. O por lo menos lo que se conocía como izquierda. Hoy por hoy en España queda un resquicio de lo que antaño fue un gran movimiento. Del PSOE no vamos ni a hablar. No niego que sea socialmente mas izquierdista que los pajaros de la derecha. Pero en el terreno económico son tan liberales como ellos.

En el panorama político nacional solo queda un partido que sea de izquierdas con un nombre un tanto ironico Izquierda Unida -que tiene de unida lo que el PSOE de socialista-. Tras muchos años de desgaste, el partido ha ido cosechando progresivamente unos resultados cada vez mas lamentables, hasta el actual diputado que posee. Tampoco voy a comentar que incluso teniendo tantos o más votos que CIU tenga 10 diputados menos, demosle las gracias al señor D'hont.

Lo que en un inicio era una fortaleza y un signo de su vitalidad era precisamente que englobaba varias facciones dentro de la izquierda. Un grupo heterogeneo pero cohesionado. Sin embargo, tarde o temprano elementos tan dispares  terminan chocando. El debate nunca es malo, pero desde un punto de vista externo debo decir que pasan más tiempo debatiendo que centrandose en los problemas reales y luchando por ellos. Ya no es un partido que incordie, que imponga su voz frente a las desigualdades, que presionen a los demás partidos.Se han aburguesado.

Obviamente también existen una serie de cuestiones que influyen en la agonía del  partido. En el pasado contaba con una gran base de gente comprometida y luchadora, lo que se conocía como clase obrera. Ahora esa misma clase obrera vive engañada. Vaya ilusos, se matan a trabajar creyendo que en el futuro serán gente rica y poderosa, como les prometen en la televisión. Nada más alejado de la realidad. El siglo XX ha dado lugar a una de las mayores incongruencias de la historia, "El obrero de derechas" (del que hablaremos algún día).

La izquierda debe ser un elemento dinamico, que cambie según avanza el mundo. En esta época de hegemonia de los mercados, es curisoso como se ha producido un apoyo masivo hacia el PP. Mientras que IU quedaba relegada a su habitual segundo plano. Hay que adaptar las ideas que siempre se han defendido a los nuevos tiempos, por lo menos para acercarla a la mayoría de las personas. La imagen del partido es de trasnochados, idealistas y utopicos.

Un ejemplo de todo lo que he dicho anteriormente son las recientes elecciones municipales y autonómicas. Que si ya han pasado factura a la izquierda, las últimas acciones de IU lo harán aun más.
En vez de utilizar la oportunidad para hacer gobiernos de coalición con el PSOE y presionarles de manera que la izquierda tenga un papel más protagonista, han decidido darle alcaldías al PP. Esta medida cuenta con el apoyo de las bases pero con la desaprobación de gran parte del electorado de izquierdas. Y bajo mi inexperta opinión es un error mayúsculo.

Como sigan por este rumbo,  no veo que IU pueda remontar el vuelo. Necesitan un cambio en profundidad. Necesitan sangre fresca y dejar de lado el enfrentamiento entre facciones internas. El acercamiento al ciudadano de a pie es indispensable. Y por último deben dejar de lado las pataletas que dejan 51 alcaldías a merced de las gaviotas.

domingo, 12 de junio de 2011

El silencio de los borregos

Como dijo una vez Churchill, la democracia es el peor sistema político, con excepción de todos los demás. En un principio era una idea muy bonita, pero según avanza el tiempo y desde mi joven perspectiva me pregunto si en verdad estamos eligiendo un dictador para cuatro años más.
A menudo reflexiono acerca de si verdad tenemos libertad de elección, especialmente en un país tan polarizado como España donde todo es PP-PSOE. O uno u otro, no cabe otra respuesta. Y sinceramente es una situación bastante lamentable.

Estos son nuestros gobernantes. Partidos con miembros corruptos que no hacen nada para evitarlo. Políticos hipócritas que critican situaciones en las que ellos mismos habrían actuado de la misma forma. Acusaciones gravísimas, sin pruebas que la respalden. Políticos que roban y tienen la cara de seguir en sus cargos aunque estén imputados. Políticos que benefician a sus allegados con cargos y contratos. Realmente no hay mucha diferencia entre ellos y unos buitres peleándose por un pedazo de carroña.

Lo más gracioso de todo es ver como la gente de a pie les defiende como si les fuese la vida en ello. Como si de una afrenta a su misma persona se tratase que a un político que comparte sus “ideales”, se le acuse de actos ilícitos.

Tenemos que aceptar nuestra parte de culpa, no nos engañemos, por mucho que nos queramos creer moralmente superiores por ser de derechas o de izquierdas terminamos siendo unos borregos que no ven más allá de lo que nos dicen en nuestros medios afines. No nos paramos a pensar, no nos ponemos en la piel de los demás y aun más importante no nos respetamos.

El respeto es un concepto desconocido para la mayor parte de los integrantes de la sociedad. Como nos gusta insultarnos, opinar de lo que desconocemos, imponer tu opinión a personas que saben que no lo comparte. Insultar a lo desconocido.

La gente de izquierdas y de derechas no se dan cuenta de que en realidad tienen más cosas en común que las que ellos creen, lo único es que conviene que la atención de las personas este siempre en el eterno conflicto entre las dos Españas y en la cortina de humo de turno por encima de las cosas que realmente importan y afectan a la inmensa mayoría de la población.